La autoprotección energética es un concepto fundamental para cualquier persona que busque despertar espiritualmente y liberarse de las fuerzas que intentan manipular su energía. Si bien muchos piensan que las luchas espirituales son solo algo que ocurre en el plano físico, lo cierto es que las batallas más intensas se libran en dimensiones más sutiles: nuestra energía vital, nuestra conciencia y nuestro campo energético son los principales campos de batalla de este conflicto invisible.
Al comenzar a comprender cómo funciona este proceso, uno de los primeros pasos es reconocer que somos seres de energía que interactúan constantemente con el universo y con otros seres, ya sean humanos, entidades o energías cósmicas. En este espacio invisible, podemos estar siendo afectados, ya sea consciente o inconscientemente, por entidades parasitarias, vibraciones negativas o sistemas de control diseñados para drenar nuestra vitalidad.
Cada uno de nosotros posee un campo energético único, conocido como aura. Este campo no solo refleja nuestro estado emocional y mental, sino que también actúa como un escudo protector o, en algunos casos, como una puerta abierta a influencias externas. Cuanto más fuerte y equilibrado sea nuestro campo energético, menos susceptible seremos a ataques psíquicos, manipulaciones emocionales o incluso enfermedades físicas originadas en los planos sutiles.
Pero, ¿qué pasa cuando nuestro campo energético está debilitado? Las energías externas pueden filtrarse fácilmente a través de fisuras, abriendo puertas a influencias no deseadas. Aquí es donde entra la importancia de aprender a protegernos.
Entidades Parasitarias y Arcontes:
Existen seres que, al igual que los vampiros energéticos, se alimentan de nuestra vitalidad. Estos seres pueden ser entidades astrales, energías de baja vibración o incluso seres no humanos que habitan otras dimensiones. Se alimentan de miedos, ansiedades y emociones negativas.
Personas con Intenciones Negativas:
Las personas que no están conscientes de su propio poder energético pueden proyectar pensamientos y emociones negativas hacia nosotros, creando cordones energéticos que nos drenan sin que nos demos cuenta. El resentimiento, la envidia o el odio pueden manifestarse como ataques psíquicos invisibles que impactan nuestro bienestar.
Ambientes Energéticamente Cargados:
Algunos lugares están cargados con energía residual de conflictos, dolor o sufrimiento. Estos ambientes pueden afectar profundamente nuestra energía, causando que nos sintamos agotados o emocionalmente alterados sin razón aparente.
El Control Global y el Sistema de Manipulación:
A un nivel más amplio, el sistema en el que vivimos también juega un papel crucial en la manipulación energética. A través de los medios de comunicación, la publicidad y el entretenimiento, se nos bombardea constantemente con vibraciones de miedo, tristeza y desesperanza, lo que debilita nuestro campo energético y nos mantiene atrapados en una frecuencia baja.
A continuación, exploramos algunas técnicas sencillas pero poderosas para empezar a proteger tu energía y elevar tu vibración:
1. Visualización Protectora: Crea tu Escudo Energético
La visualización es una herramienta poderosa para construir una barrera energética contra influencias externas. Imagina una esfera de luz brillante rodeando tu cuerpo. Esta luz puede ser dorada, violeta o blanca, dependiendo de lo que resuene contigo. Visualiza que esta esfera es impenetrable, que cualquier energía negativa o entidad que intente acercarse será repelida y convertida en luz.
2. Uso de Cristales y Piedras Protectores
Los cristales tienen propiedades energéticas únicas que pueden ayudarnos a proteger nuestro campo energético. Por ejemplo, la turmalina negra es excelente para bloquear energías negativas, mientras que la amatista eleva nuestra vibración y protege de entidades oscuras. Llevar cristales en el bolsillo o tenerlos en tu entorno puede actuar como un escudo protector.
3. Meditación y Conexión con tu Yo Superior
La meditación es un espacio sagrado donde puedes conectarte con tu ser superior, tu sabiduría interna. Al meditar, puedes pedir asistencia de guías espirituales o seres de luz para que te ayuden a proteger tu campo energético. Mantén una frecuencia elevada durante la meditación y enfócate en el amor y la paz, ya que estas vibraciones son la mejor protección contra cualquier entidad negativa.
4. Corte de Cordones Energéticos
A lo largo de nuestras vidas, podemos formar vínculos energéticos con otras personas, especialmente si compartimos emociones intensas o tenemos experiencias significativas con ellas. Estos cordones pueden ser energéticamente drenantes si las personas en cuestión tienen intenciones negativas o están atrapadas en frecuencias bajas. Realizar una meditación de corte de cordones puede liberarte de estos lazos, devolviendo tu energía a su estado natural.
5. Trabajo de Liberación Emocional
Liberar las emociones reprimidas es una parte crucial de la protección energética. Las emociones estancadas, como el miedo o la tristeza, pueden actuar como puertas abiertas a influencias externas. Utilizar herramientas como el EFT (Técnica de Libertad Emocional), escribir en un diario o trabajar con un terapeuta energético puede ayudarte a liberar estas emociones y restaurar tu equilibrio interno.
En un mundo lleno de manipulaciones y energías invasivas, la autoprotección energética es vital para mantener nuestra soberanía y bienestar. Solo cuando somos capaces de cuidar y proteger nuestra energía, podemos verdaderamente despertar y vivir en alineación con nuestro propósito superior. Al aprender a protegernos de las influencias externas y mantener nuestra vibración elevada, nos liberamos de las fuerzas que buscan controlarnos y podemos comenzar a manifestar una realidad de paz, abundancia y amor incondicional.
💡 Recuerda: La protección energética no es un acto de defensa, sino un acto de empoderamiento. Al proteger tu energía, te abres a recibir todo lo bueno y positivo que el universo tiene para ofrecer.