La Abundancia en las fechas navideñas
Existe dos tradiciones en estas festividades que, a pesar de sus orígenes culturales distintos, comparten un hilo invisible: el poder de la gratitud y la manifestación de deseos. Acción de Gracias, con sus raíces en la historia de los colonos europeos en América, y el Espíritu de la Navidad, imbuido de la magia del dar, se entrelazan en un ballet armonioso que celebra la conexión con los demás y el universo.
Cada cuarto jueves de noviembre, en Estados Unidos y ahora en otras partes del mundo, las familias se reúnen reflejando un gesto que trasciende el tiempo: dar gracias. La tradición de Acción de Gracias tiene sus raíces en la interacción entre los colonos ingleses y los nativos americanos en el siglo XVII, cuando compartieron una comida para celebrar la cosecha. Desde entonces, la festividad ha evolucionado, pero su núcleo sigue siendo la expresión de gratitud.
El acto de dar gracias no es solo una formalidad, sino un ejercicio profundo que nutre el alma y fortalece los lazos familiares y comunitarios. Practicar la gratitud nos conecta con la esencia de lo que realmente importa en la vida, fomentando la apreciación por las cosas simples, profundizando nuestra comprensión de la interconexión de toda la existencia y elevando nuestra frecuencia vibratoria de una forma inconmensurable.
Por otro lado, el 21 de diciembre de cada año celebramos el día del Espíritu de la Navidad, fecha en que se eleva con la promesa de alegría, amor y generosidad. Este periodo no solo es un momento para intercambiar regalos materiales, sino también un llamado a dar de manera significativa: tiempo, afecto, comprensión con un corazón abierto. Esta fecha constituye por sí sola un portal dimensional anual que abre las puertas a la prosperidad y la abundancia por lo que conectarse con esa energía es invaluable.
Una forma de conectarnos con la energía de la abundancia que representan estas fechas, lo podemos realizar a través de una lista de deseos; lo cual representa un ejercicio poderoso que nos permite enfocarnos en lo que realmente queremos atraer a nuestras vidas. Cuando escribimos nuestros deseos, estamos practicando la ley de la atracción y la manifestación consciente. La escritura nos obliga a clarificar nuestros pensamientos y deseos, y al hacerlo, establecemos una conexión más fuerte con nuestras metas y sueños. Este acto no solo es un acto de creación personal, sino también una expresión de confianza en la abundancia del universo.
En un acto de Psicomagia, podemos realizar un ritual que permita al subconsciente precipiar a nuestra vida los anhelos del corazón. A medida que expresamos gratitud y escribimos nuestros deseos, estamos participando en un acto sagrado de cocreación con el universo, recordándonos a nosotros mismos que somos parte de algo más grande y más profundo. En esta temporada de festividades, permitámonos sumergirnos en la magia de la gratitud y la manifestación, tejiendo así un tapiz de amor, alegría y esperanza que perdure a lo largo del tiempo.
Ritual del Espíritu de la Navidad: Uniendo Peticiones, Perdón y Gratitud
El Día del Espíritu de la Navidad ofrece una oportunidad única para sumergirse en un ritual significativo que no solo celebra el espíritu festivo, sino que también permite la manifestación consciente. Este ritual, arraigado en la interconexión de peticiones, perdón y gratitud, crea un espacio sagrado para la transformación personal y la apertura a la abundancia del universo.
Materiales Necesarios:
· Velas (preferiblemente una vela blanca para la pureza y una vela dorada para la prosperidad).
· 3 hojas de papel y bolígrafo rojo para la manifestación.
· Incienso (puede ser de sándalo, mirra o canela para la purificación).
· Una pequeña piedra o cristal (opcional, para representar la solidez y la conexión con la tierra).
· Un recipiente seguro para quemar papel (como un cuenco resistente al calor).
Pasos del Ritual:
1. Preparación del Espacio: Enciende el incienso para purificar el espacio. Puedes caminar alrededor de la habitación con el incienso para impregnar cada rincón. Coloca las velas en el centro del espacio. Enciende la vela blanca para simbolizar la pureza y la claridad, y la vela dorada para representar la prosperidad y la manifestación.
2. Centrarse en la Respiración: Tómate unos minutos para respirar profundamente y centrarte en el momento presente. Siente cómo la energía positiva del Espíritu de la Navidad llena la habitación.
3. Perdón: Reflexiona sobre cualquier resentimiento o dolor que puedas estar llevando contigo. Escribe en otro papel aquellas cosas que deseas perdonar, ya sea a otros o a ti mismo. Sostén el papel de perdón frente a la vela blanca y permítete liberar esa energía negativa mientras el papel se quema de forma segura en el recipiente.
4. Gratitud: Escribe en papel todas las bendiciones y experiencias positivas del año que está por terminar. Escribe en un segundo papel las cosas por las que estás agradecido. Sujeta el papel de gratitud frente a la vela dorada, agradeciendo por lo que has recibido y por lo que estás por recibir. Quema el papel de forma segura.
5. Peticiones: En el papel, escribe tus deseos y metas para el próximo año. Sé específico y positivo en tus afirmaciones. Visualiza cada deseo como si ya se hubiera cumplido. Coloca el papel frente a las velas encendidas y visualiza la luz de las velas infundiendo energía a tus deseos.
6. Carga de la Piedra o Cristal (opcional): Sujeta la piedra o cristal en tus manos y visualiza tus metas manifestándose. Imagina cómo esta piedra se carga de energía positiva. Puedes llevar esta piedra contigo como un recordatorio tangible de tus intenciones.
7. Cierre del Ritual: Apaga las velas con gratitud por su luz y energía. Tómate unos minutos para agradecer al universo por el apoyo y la guía en tu viaje.
Este ritual del Espíritu de la Navidad, al combinar peticiones, perdón y gratitud, crea un espacio sagrado donde puedes soltar lo que ya no te sirve, abrirte a las bendiciones que la vida tiene reservadas y manifestar conscientemente tus deseos más profundos. Que este acto de amor propio y conexión con lo divino te guíe hacia un nuevo año lleno de luz, amor y realización. ¡Felices festividades!